By Luis Suárez
La Comisión Europea pone en marcha una consulta pública sobre las fintech para evaluar si la regulación actual es adecuada o es necesaria actualizarla, al tiempo que lanza un plan de acción para que los clientes puedan aprovechar la irrupción de las nuevas tecnologías para contratar sin obstáculos servicios financieros en otros países de la UE.
Actualmente, apenas un 7% de los clientes contratan servicios financieros procedentes de otro país europeo, pero la irrupción de las nuevas tecnologías puede ayudar a difuminar estas fronteras, según la Comisión Europea. Bajo esta premisa, el Gobierno comunitario ha presentado un ‘Plan de Acción’ que busca que los consumidores tengan “un mejor acceso a los servicios financieros de toda la Unión Europea”, así como más “posibilidades de elección”.
La institución que preside Jean-Claude Juncker espera que fomentar la competencia sirva para que los consumidores puedan disfrutar de precios más bajos y una mejor calidad de servicios financieros tales como cuentas bancarias, seguros de automóviles y transferencias de dinero, con independencia de que los contraten dentro o fuera de su país.
“Todos los consumidores deben poder elegir libremente entre una amplia gama de servicios financieros disponibles en toda la UE y obtener la mayor rentabilidad para su dinero, confiando al mismo tiempo en que gozan de una buena protección”, señala la Comisión Europea, que recuerda que “en un auténtico mercado único, debe ser irrelevante la distinción entre prestadores de servicios nacionales y extranjeros”.
Bruselas ha definido tres grandes ejes de las medidas necesarias para aproximarse a un auténtico mercado único de servicios financieros:
Por un lado, es necesario aumentar la confianza de los clientes y capacitarlos para comprar los servicios ofrecidos en su país o en otros Estados miembros. Por ejemplo, facilitando a los conductores el poder servirse de su bonificación por ausencia de siniestralidad en el extranjero, o reduciendo las comisiones de las transacciones transfronterizas en monedas distintas del euro.
En segundo lugar, Bruselas pretende reducir los obstáculos legales y reglamentarios que afectan a las empresas que intentan expandirse en el extranjero. Y, por último, fomentar el desarrollo de un mundo digital “innovador” que permita superar algunos de los obstáculos actuales al mercado único.
Bruselas pone en marcha una consulta pública sobre las fintech
Junto a este ‘Plan de Acción’, la Comisión Europea ha puesto en marcha una consulta pública sobre las fintech con el objetivo de conocer “de primera mano” el impacto de las nuevas tecnologías en el sector de las finanzas. La consulta, que permanecerá abierta hasta el próximo 15 de junio, pretende evaluar si las normas regulatorias y de supervisión de la Unión Europea son adecuadas o si se requieren medidas adicionales.
La iniciativa de Bruselas se dirige a los ciudadanos, asociaciones de consumidores, reguladores, supervisores y entidades bancarias, y espera aportaciones sobre cómo impulsar el acceso a los servicios financieros entre los usuarios y negocios.
El Ejecutivo comunitario también prevé recoger ideas relativas a la rebaja de los costes operativos y el incremento de la eficiencia, así como a la mejora de la competitividad del mercado único mediante la reducción de las barreras de entrada. Por último, busca conocer las preocupaciones de los clientes y las empresas sobre la protección de datos, seguridad y transparencia.
“Ya hemos mantenido contactos con muchas partes interesadas para conocer la situación de un buen número de cuestiones. Pero, sentíamos la necesidad de capturar un espectro más amplio de opiniones”, ha indicado el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis, durante una conferencia en Bruselas.