Este sería uno de los mayores beneficios de la Ley Fintech

 

La legislación hacia las empresas de tecnología financiera o fintech abrirá un mercado secundario sobre los títulos intercambiados o derechos generados a través de éstas, de acuerdo con el borrador de la Ley Fintech a la que Expansión tuvo acceso.

De acuerdo con el Artículo 14 de la propuesta, se señala que: “Las instituciones de financiamiento colectivo podrán realizar aquellas actividades para facilitar la venta o adquisición de los títulos intercambiados o derechos generados a través de ellas”.

Lo anterior representa la posibilidad de que los inversionistas o usuarios que destinaron recursos a través de una plataforma de financiamiento colectivo para obtener una recompensa o una participación dentro de un proyecto o empresa puedan vender ésta.

Para varios participantes del ecosistema, esta medida permitirá potenciar la industria de crowdfunding en México al eliminar las barreras de entrada a las plataformas de fondeo colectivo.

Alberto Padilla, cofundador de Briq, la plataforma que permite invertir en proyectos inmobiliarios desde 10,000 pesos y que otorga beneficios desde 11% hasta 19%, menciona que esta disposición otorgaría liquidez al dinero de los inversionistas permitiendo que más personas se animen a participar en la industria de crowdfunding.

“Para el usuario que invierte en Briq es una gran ventaja. Algunas de las razones que provocan que el usuario no se anime a invertir es la liquidez de su dinero. Mencionan que si invierten ahora quizá no tengan su dinero hasta después de 12 meses. Entonces el mercado secundario le daría una salida, una liquidez a los usuarios antes de que culminen los plazos y por tanto quita esa barrera de entrada. Es decir, si necesitan su dinero podrían vender su participación sin ningún problema”, explica Padilla.

El fundador de Briq augura que este punto abrirá también un nuevo modelo de negocios alterno basado en la especulación sobre los avances de los proyectos y generando retornos sobre estas especulaciones, es decir un mercado de trading, tal y como opera la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

La idea de generar un mercado secundario para este tipo de proyectos no es nuevo.

En 2015, el comisionado Luis Aguilar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) sugirió en un documento abrir un mercado secundario para dar liquidez a las empresas pequeñas o startup.

“En última instancia, el objetivo es desarrollar un entorno comercial secundario viable que promueva un mercado justo, transparente y líquido para los valores de las pequeñas empresas, un mercado en el que los inversores puedan confiar en que están siendo tratados de manera justa. No hay mejor manera de proteger los intereses de los inversionistas, al tiempo que promueve la exitosa expansión de las pequeñas empresas”, detalla al respecto el funcionario dentro del documento.

Amanda Sotto, consejera legal de Play Business, la plataforma de crowdfunding de equity, y abogada especializada en derechos financieros, considera que este punto es uno de los más importantes de la regulación para empresas de financiamiento colectivo.

“Definitivamente es uno de los puntos torales de esta regulación. El mercado le otorga una liquidez a las inversiones y mientras que una inversión sea más líquida provoca que su valor crezca y que haya mucha más participación de los inversionistas en este tipo de esquemas”, agrega Sotto, asociada senior de Basila Abogados.

Sotto añade que con la apertura de un mercado secundario deberán de existir varias disposiciones en las las leyes secundarias que regulen y blinden a los inversionistas y sus recursos que se ofrezcan bajo este esquema.
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“Para tener un mercado secundario habrá que seguir varias reglas para continuar promoviendo la innovación e inversión y cambiar la cultura de inversión en México mientras se protege a los inversionistas y sus intereses”, explica la legista.

El Banco Mundial estima que el valor del crowdfunding a nivel global será de 90,000 millones de dólares para 2020.