La realidad es que tras el I Estudio presentado por el Observatorio Globaltech sobre Rentabilidad Financiera hay una pérdida de cerca de 7.300 millones de euros por parte de los ahorradores españoles desde el inicio de la crisis por la baja remuneración de sus depósitos. Por ello, IMF Business School organizó una mesa redonda sobre el desarrollo del Fintech en España y el impacto a corto y medio plazo que tendrá en la reordenación del sistema financiero.
En el encuentro que contó con la participación de Tono Mestre, director del área económica de Innsomnia; Pablo Orbiso, director en el área de Management Consulting de KPMG; Fernando Cabello, CEO de Aplázame; Martín Huete, portavoz de la Asociación Española de FinTech e InsurTech; Pablo Vásquez, analista financiero, junto con Carlos Martínez, director general de IMF Business School, y Lorenzo Dávila, responsable del departamento de Investigación de la escuela.
“En España sigue habiendo un oligopolio bancario con muchísima fuerza, pero el tsunami va a llegar y va a arrasar”, dijo Martín Huete, convencido de que la revolución fintech es imparable, a pesar de que aún no cuentan con una marca lo suficientemente fuerte de cara a los consumidores. Una línea en la que en parte coincidió Tono Mestre, que reconoció un futuro a corto plazo en el que muchas fintech se acabarán incorporando a la banca para poder crecer y desarrollarse. “Las entidades financieras están muy retrasadas en muchos aspectos y cuesta mucho que avancen”, aclaró.
Nos estamos dirigiendo hacia un mundo distinto en el que las fintech “están empezando a desintermediar”, afirma Pablo Orbiso. Para Pablo Vásquez y Fernando Cabello, las fintech están haciendo lo que cualquier otra startup, que no es sino aprovechar las ineficiencias del sistema tal y como ahora funciona. “Ya no hay suma cero con la que hasta ahora funcionaba la banca: yo gano y tú no. Las fintech han cambiado la forma de hacer las cosas y le dicen al cliente: tú ganas y yo me quedo con una parte de lo que ganas”, comentó Vásquez.
¿Problemas? La cultura de los usuarios y el marco regulatorio
Pero en este escenario tan supuestamente favorable y tras la tormenta perfecta por la que han pasado las entidades financieras en las últimas dos décadas, las fintech se encuentran hoy con numerosos escollos para crecer. Uno de ellos es el contexto cultural de los consumidores, apuntó Tono Mestre. Por el contrario, para Fernando Cabello, términos como chatbot y la asesoría robotizada se están generalizando y son cruciales para un futuro que está más cerca de lo que creemos.
¿Más escollos? Uno de los más evidentes es la regulación. “Tienen que estar reguladas, aunque es cierto precisamente que su mayor barrera es la regulación y la falta de branding, que no dejan de ser los obstáculos que pone el sistema para evitar nuevos jugadores”, declaró Martín Huete. Para Pablo Orbiso, conviene regular este tipo de actividades, pero no es tarea sencilla. “No es una regulación bancaria”, matizó. “Las fintech están yendo mucho más rápido que la regulación, que se está convirtiendo para algunos en una gran barrera de entrada”, concluyó Mestre.