Con el visto bueno del BCRA que no tiene en mente regular el mercado de las fintech (empresas que combinan tecnología y finanzas), TuTasa abrió su registro de inversores para empezar a operar en el país en los próximos meses y -prometen- “comerse” el incipiente mercado del peer to peer lending.
Este sistema saca del medio a los bancos en la intermediación de dinero, poniendo a disposición de inversores y tomadores una herramienta de tecnología que los conecta y fija las reglas de las operaciones.
Aunque en Argentina ya funciona Afluenta, TuTasa dice ser diferente y superador: “el sistema opera en tiempo real -explica Marcelo Barreneche– y matchea oferta y la demanda en segundos”.
Esto permite, por ejemplo, integrar TuTasa a una tienda online para brindar financiamiento o que un dentista, arquitecto, cirujano o cualquier profesional independiente pueda financiar sus honorarios.
Otro diferencial de TuTasa es la figura de un Fondo de Contingencia que funciona para los incumplimientos.
Es que lo habitual -cuando un tomador no paga su préstamo- es que el inversor pierde ese dinero o ingrese en procesos largos de recupero.
Según los números de Barreneche, Afluenta -que lleva 5 años de operación- prestó entre Argentina, México y Perú US$ 6 millones en el último año.
Si los planes de TuTasa son validados en la práctica, se convertirá velozmente en un jugador relevante no sólo entre las fintech, sino en todo el mercado financiero argentino.
En Uruguay, añade, la plataforma presta más del doble que el resto de todas las Peer to Peer Lending.
Después de Argentina, el plan de expansión incluye Chile (donde ya están avanzando) y México, donde aguardan la regulación que el gobierno dará a la categoría. Luego tienen pensado seguir por Colombia, Perú y el gigante Brasil.