MobilePay: Moda, electrónica, viajes… Gracias a Internet podemos adquirir fácilmente cualquier tipo de producto con apenas un click. La rapidez y la comodidad que tienen los usuarios para poder obtenerlos, son las dos características esenciales que existen cuando hablamos del comercio electrónico. El comercio a través de Internet, más conocido como e-commerce, ha obtenido una gran importancia en los últimos años y se ha consolidado en la vida de gran cantidad de hogares.
Las estadísticas del comercio electrónico en España hablan solas. El último informe emitido por el Consejo Económico y Social (CES) demuestran que esta práctica ha evolucionado de forma espectacular y se ha convertido en uno de los sectores más destacados a la hora de invertir en nuestro país.
El crecimiento de la facturación del comercio electrónico en España durante el año 2016 se incrementó un 23,3% con respecto al año 2015. Esta vez, rozó la cifra de los 22.000 millones de euros. Por otro lado, un 70% de los internautas españoles realiza compras online, un porcentaje muy significativo a tener en cuenta, ya que destaca además que un tercio de la población española efectúa las compras vía Internet. En cuanto a la periodicidad, un 40% de los internautas realiza compras de forma habitual a través de Internet, es decir, todos los meses.
Si nos ceñimos a los datos del informe Global In Enero 2017 donde encontramos el ranking países líderes en comercio electrónico, llama poderosamente la atención que España se encuentre en el duodécimo puesto de la lista de países del mundo en comercio electrónico. Es superado por grandes potencias como Francia, Reino Unido, Alemania o Canadá.
Gráfico del ranking de países líderes en comercio electrónico a nivel mundial
En cuanto al gasto medio anual durante el año 2016, fue de más de 1.400 euros por persona. La evolución desde 2007 a pesar de la grave crisis económica por la que se atravesó, ha sido muy importante, puesto que se han triplicado las ventas online.
Por otro lado, el 16% de las transacciones en España se realizan a través de pagos electrónicos, una cifra que demuestra que la seguridad y confianza que existe en Internet no ha terminado de cuajar en los españoles. El target que hace uso del e-commerce es bastante concreto. En el caso de los hombres, tienen una edad comprendida entre los 35 y 49 años, de clase social media-alta, con estudios universitarios y residentes en ciudades que cuentan con más de 100.000 habitantes.
En el caso de las mujeres, también tienen una edad comprendida entre los 35 y 49 años, con trabajo a tiempo completo y de una clase social media.
El pago móvil (MobilePay) se está adaptando a un ritmo pausado y, actualmente, existen diversas compañías que facilitan este tipo de pago en nuestro país. Algunos ejemplos son: Apple Pay o Samsung Pay. Además, distintas entidades bancarias también ofertan este servicio, algunos ejemplos son Bankia Wallet o Bankinter.
El Parlamento Europeo ha destacado recientemente la relevancia del sector de medios de pago en el futuro más inmediato, especialmente en los pagos con tarjeta y los pagos móviles. La Directiva persigue el objetivo de que la banca tradicional no ponga trabas en cuanto al acceso al sistema de los nuevos proveedores de servicios de pago, indicando que es indispensable que los proveedores de servicios de pago puedan abrir y mantener cuentas en entidades de crédito. Por este motivo, la denominada PSD2 (Payment Service Directive) persigue el objetivo de obligar a los estados miembros de la UE a velar para que el acceso a dichas cuentas se produzca en condiciones que no resulten discriminatorias.
Gracias a la PSD2, se abre la puerta regulatoria a los proveedores del tipo “Iniciadores de Pago”, quienes desempeñan una función esencial en el comercio electrónico, ya que son empresas que se dedican a gestionar los pagos online sin necesidad de introducir una tarjeta bancaria, únicamente las credenciales. La PSD2 indica que los servicios de iniciación de pagos, deben ser permitidos por los propios bancos y además, tienen que ofrecer un acceso directo por parte de los proveedores de servicios de iniciación de pagos, a las cuentas del comprador a través de su banca online, con el objetivo de que pueda realizar el pago de la compra. La principal ventaja que tiene este medio de pago para los e-commerce es la irrevocabilidad en los cobros, ya que una vez se ha abonado la transferencia bancaria entre 24 y 48 horas hábiles, no se puede devolver. Además, la PSD2 quiere fomentar una mayor competencia a favor del comercio online, teniendo muy presente la seguridad de consumidores y propietarios de espacios web.
Los países más desarrollados han sido los primeros que han aprovechado dicha regulación. Sofort en Alemania, Trustly en Suecia, iDEAL en Holanda o Inespay en España llevan ofreciendo este tipo de servicios a los e-commerce durante años. Gracias a la protección que ofrece dicha PSD2, algunas aplicaciones en nuestro país quedarán protegidas bajo una regulación más equilibrada y directa.
A la hora de realizar pagos o transferencias bancarias es importante contar con las API (Application Programming Interfaces). Las API son un conjunto de comandos, funciones y protocolos informáticos que posibilitan a los desarrolladores crear programas específicos para según qué sistemas operativos.
Uno de sus principales propósitos es proporcionar un conjunto de funciones de uso general. Además, simplifican de forma notable la labor de un creador de programas, puesto que gracias a ellas, no tiene que “escribir” códigos desde cero.
MobilePay: las FINTECH han desarrollado diversas API para que cumplan con dichas funciones. Uno de los ejemplos más característicos es el de la API INESPAY NATIVE (España), que permite recibir cobros a través de transferencias bancarias usando las credenciales de la banca online. Por otro lado, ofrece una solución personalizada y completa para cualquier plataforma sin necesidad de saltar a otra diferente para poder realizar un pago. Esta API, al estar construida como un servicio REST, permite que sea integrada en cualquier plataforma, independientemente del lenguaje de programación de la plataforma.
En cuanto a su seguridad, todas las APIS requieren de un proceso de autenticación mediante una API-KEY y una API-TOKEN proporcionadas por la propia Inespay. Usan el protocolo seguro HTTPS para el cifrado e intercambio de datos y se utiliza el formato JSON para todas las respuestas proporcionadas por la API.
Para entender cómo es el proceso para recibir dichos cobros mediante transferencias bancarias seguiremos con el mismo ejemplo. Las peticiones a la API que permiten obtener información y realizar transferencias deben proporcionar un parámetro en la URL que identifican al banco con la denominación bankId sobre el que se quiere operar. Acto seguido, se detalla el servicio que permite obtener en tiempo real el listado de bancos disponibles, su estado actual y su designación bankId. A continuación, se produce el acceso a la banca online con las credenciales ofrecidas y se obtiene el listado de cuentas bancarias disponibles para poder realizar una transferencia.
La transferencia consta de dos pasos muy importantes. En primer lugar se inicia la transferencia bancaria, que requiere previamente realizar la llamada al servicio de Login y el segundo paso es la firma, ya que todos los bancos exigen siempre una, a modo de validación, para autorizar la transferencia. Se puede requerir un código de firma para poder efectuar la operación, un código de firma temporal recibido mediante SMS, solicitarse el valor de la posición de una tarjeta de coordenadas física o bien, una firma y token en el mismo paso de autorización.
Gracias a estos comandos y al crecimiento de las empresas FINTECH tenemos la completa seguridad de que los pagos realizados a través de nuestro dispositivo móvil son seguros, ágiles y eficaces. Tres adjetivos que son de vital importancia en el comercio electrónico y que ahora, podemos afirmar que estarán presentes en nuestras operaciones.